Cada miércoles un cuento en El Estafador

martes, 31 de marzo de 2009

Por qué nunca seré crítico musical



Pues porque escribiría crónicas de conciertos como la que sigue:

Después de dormir a Darío primero y a Juan después, me volví a vestir, rebusqué a escondidas en el cajón del fondo común los últimos euros del mes y salí sigilosamente de casa rumbo al concierto de Manos de Topo. La noche anterior quise ejecutar el mismo plan para ir a ver a Lagartija Nick pero caí mientras dormía a Darío, de hecho me dormí antes que él.

Llovía a mares y entré al local con el pequeño paraguas rojo que me había prestado Mercedes. Era el segundo concierto al que iba yo solo. El primero fue allá por lo comienzos de este blog. Cuando uno va solo a un concierto tiene la incómoda sensación de que todo el mundo le mira. El paraguas no mejoraba las cosas. Al parecer, no es una prenda propia de la modernidad y veía como todos me señalaban y cuchicheaban a mis espaldas. Mercedes dice que soy un paranoico.

Los músicos llegaron tarde, cómo no, y el concierto empezó varias horas después de lo previsto. Solo tenía dinero para una cerveza y como me sentía observado por todos, necesitaba hacer algo. Me dediqué a liar un cigarrillo tras otro. Así tenía la garganta al día siguiente.

Cuando estaba a punto de ser el primer caso de cáncer fulminante de pulmón, empezó el concierto, gracias a dios. Me encantan Manos de topo y el concierto estuvo muy bien. Se presentaron diciendo: "Somos Manos de topo y no tenemos talento". Después de esa liberadora declaración de principios, todo se hace más fácil. Entonces es cuando se puede demostrar sin presión alguna que sí se tiene talento. Y mucho. (Han usado la misma estratagema para titular su segundo disco: "El primero era mejor". Y adelantaron el título del tercero: "Este sí que es malo". Los chicos saben lo que se hacen.)

El teclista tocaba un pequeño xilofón de juguete y un órgano Casio de esos que se regalaban antes en todas las comuniones (en todas menos en la mía, maldición). Los instrumentos estaban apoyados en ¡una tabla de planchar! Una de mis herramientas habituales, ese detalle me hizo sentir como en casa. El tipo vestía una camisa de cuadros roja molona donde las haya, con lo difícil que es que una camisa de cuadros rojos sea molona. En un momento del concierto, el cantante hizo una alusión a la misma, al parecer quiere que se la regale pero el otro se resiste.

Uno de los temas lo enlazaron con la canción "Without You". Me gusta cuando se hace esto en un concierto. Queda muy bien meter versiones. Paul Weller acababa su gira con "All You Nedd Is Love", La casa azul cantaba "Love Is In The Air" o Standar (ahora We Are Standar) acababan el concierto con "Ritmo de la noche". Remueve al público y suele ser un momento muy emocionante.

La música de Manos de topo es muy triste. Las letras son algo absurdas, como si no quisieran decir nada, pero a mí me ponen de lo más melancólico. Tienen un poco de truco. Pero pillárselo no quiere decir nada. Una cosa es imitar y otra llegar a la genialidad de "Si no te llevas bien con las cometas / recuerda cuando te crecieron las tetas". Yo he hecho unos ensayos esta mañana: Hubiera sufrido un accidente mortal / con tal de probar el boca a boca de tu aparato dental / hice el imbécil en el vídeo de superocho / no esperaba que usaras conmigo ese tono. Se da un aire pero nada que ver.

Los bises ya no son lo que eran. Ellos mismos lo dijeron: "Esto de los bises es de lo más ridículo". Los músicos no tocan todo su repertorio, se van y, después de minutos de silbidos, aplausos y gritos, salen a escena y repiten algunas de las canciones usadas. Ahora los bises son el colofón del concierto, bien pensados y ensayados como fin de fiesta. Bueno, tampoco pasa nada.

Al salir, seguía lloviendo. Ni rastro del aparato dental. Llegué a casa a las tres de la mañana gracias al cambio de hora. Mercedes me llamó desde la cama. Hazle el bibe a Darío. No sé cómo me las arreglo pero siempre acabo igual.


Fin


¿Veis? Esta crónica no es seria. No he dicho nada del tracklist, ni de la calidad de sonido ni he hecho comparaciones del tipo: la línea de bajo de la canción menganita recordaba vagamente a la que perico de los palotes compuso para su hit patatínpatatán y que pudimos ver en el concierto que ofreció en el 86 en una abarrotada sala talcual. No me la imagino en el EP3, Rockdelux o Ruta66. Me dedicaré a otras cosas.



lunes, 30 de marzo de 2009

Bernadette

¿Recordáis el bestiario en el que contaba que iba por los pasillos del Mercadona llorando en silencio porque no sabía tocar la guitarra? ¿No? Vaya, vaya, veo que están todas las cabezas igual de mal que la mía, eso me consuela. Anda, pinchad aquí para releerlo.

Bien. Ya hemos hecho memoria, podemos seguir.

¿Quién es Bernadette?

Después del mencionado post, las masas se lanzaron a animarme para que me dejara de lamentos y me comprara una guitarra. No tuve más remedio que hacerlo. Después de darle muchas vueltas y antes de que la indecisión me paralizara, decidí no complicarme mucho y me compré una acústica que vendían a buen precio en una tienda de música que hay... enfrente de Mercadona (¿para cuándo un patrocinio bien pagado, señores y señoras de la ultramencionada en este blog cadena de supermercados valenciana?).

Bernadette suena bien. No es una Rickenbacker pero suena bien. El domingo la estuvo tocando mi primo y me lo confirmó.

Le puse nombre siguiendo los sabios consejos de uno de los protagonistas de la peli The Commitments. El trompetista del grupo, que va de superestrella del soul y es un muerto de hambre, le explica a un joven músico que es importante ponerle nombre al instrumento que se toca. Yo le puse Bernadette porque es una canción muy chula de The Four Tops (que descubrí en el libro de Kiko Amat Cosas que hacen BUM.)




¿Son ciertos los rumores que apuntan a que ha robado el corazón de elhombreamadecasa?

Nada de nada. Mi corazón solo tiene sitio para Mercedes... Nah, ahora en serio. Mi teoría es que el trabajo, la casa, la crianza y los miles de problemas de la vida de adulto llenan la cabeza (verdadero órgano del amor), la ocupan como si de un tumor maligno se tratara y apenas dejan sitio para el amor.

Eso no significa que no quiera tener con ella un romance loco y apasionado y poder cantar: Bernadette, people are searchin' for / The kind of love that we possess.

¿Qué tiene que decir Mercedes a todo esto?

Mercedes es mujer de pocas palabras, ella es más dada a la comicación no verbal. Cuando le presenté a Bernadette hizo un gesto que me siento completamente incapaz de explicar aquí.


¿Quién la romperá primero, Juan o Darío?

Están al cincuenta por ciento.


PD: No tengo pensado dejarme barba de nuevo pero, de hacerlo, me la dejaría como Levi Stubbs, el cantante de los Four Tops.

domingo, 29 de marzo de 2009

Maquillaje




La casa de mamá es muy socorrida para ir a pasar el domingo. Allí nos hemos plantado Juan, Darío y yo pasadas las doce del mediodía.

Cuando hay varias personas cuidando de los niños, nos relajamos pensando que serán siempre los otros los que estén vigilando y por eso les resulta más fácil hacer de las suyas.

¿Dónde está Juan? he preguntado. No sé, ha dicho mi madre. ¿No estaba contigo? ha dicho una de mis hermanas. Juan estaba en el cuarto de baño de donde ha salido con los labios (y alrededores) pintados / manchados de carmín rojo. Juan ¿por qué te has pintado así? Es que me acabo de comer una gacela y me he manchado de sangre. No era esa la respuesta que esperaba. Reconozco que me ha preocupado. ¿Habrá llegado el momento de hablar con el psicólogo del cole?

Bestiario del hombre ama de casa: El león


La vida del león es bien sencilla. Tumbado al sol de la sabana, se rasca la barriga a dos manos mientras la leona lo hace todo. Para otros, sin embargo, las cosas no son tan fáciles.


Un sábado cualquiera, el hombre ama de casa llegó a la Biblioteca Regional arrastrando a sus dos cachorros. Se abrió paso entre la maraña de carricoches hasta la zona infantil. Allí le esperaba otro especimen de su especie, igualmente cargado con dos cachorros. Los hijos mayores se negaron a entrar al cuentacuentos y hubo que buscar un plan alternativo. Después de la tercera mirada inquisitorial de la bibliotecaria, estuvo claro que había que cambiar de lugar. Se fueron hasta un centro de ocio cercano y dejaron sueltos a los cachorros sin preocuparse en exceso de las trastadas que pudieran hacer. Pidieron un café. El hombre ama de casa encendió un cigarrillo de liar. Su compañero de fatigas hizo lo mismo con un cigarrillo negro. Uno de los dos acabó formulando en voz alta la pregunta inevitable: ¿Cómo hemos podido acabar así?



Próxima entrega: Tebretekuamtu

sábado, 28 de marzo de 2009

Una duda lleva a la otra


Es bueno cerrar la espita de las dudas antes de irse a dormir por la noche. Es más, si se puede, hay que mantenerla cerrada también durante el día. La mía tiene no sé qué problema y no cierra bien. Los del servicio técnico no paran de darme largas y contarme cuentos sobre una pieza de recambio que hay que pedir a un país que está muy lejos muy lejos y con muy malas comunicaciones.

A las dudas de hace un par de posts se han sumado algunas más esta mañana, aunque de menor entidad.

Me he echado un último vistazo en el espejo antes de salir a la calle y me he dado cuenta de que iba demasiado bien. Parecía que estaba a punto de saltar a un escenario del Primavera Sound más que a ir a la Biblioteca Regional a pasar la mañana con Darío. ¿Me estoy pasando con el nivel cool de la ropa que compro últimamente?

No podía dejarme ver de esa guisa sin que me tomaran por un cantante frustrado. Ya que estaba probándome modelitos, he visto cómo me quedaban algunas prendas del año pasado. ¡Virgen Santa! Me estaban enormes. Es como si me hubiera sometido a un proceso de jibarización en vez de a uno de adelgazamiento. Una nueva duda: ¿No hubiera sido recomendable haber contado con la supervisión de un especialista en todo esto?

(Si alguien me hubiera dicho hace dos años que iba a escribir cosas como "Ya que estaba probándome modelitos..." lo hubiera matado.)

viernes, 27 de marzo de 2009

Juan pregunta. ¡Atrévete a responder!



A veces tengo dudas


Darío me tenía acorralado contra el borde de la cama. No me atrevía a respirar porque si espiraba con demasiada fuerza podía caerme. Los minutos pasaban y no conciliaba el sueño. Me durmiera cuando me durmiera, ya nada me libraría de estar hecho polvo al día siguiente. Por su parte, Mercedes dormía como una marmota. Después de haber amamantado a dos cachorros humanos, había desarrollado la capacidad de sumirse en sueños profundos durante los cortos e infrecuentes momentos de tranquilidad que encontraba.

Darío tosía sin cesar y su fiebre me daba calor. Los niños son un encanto pero cuando están malos, el aliento les huele a rayos y centellas. El de mi pequeñín lo tenía a escasos centímetros de mi sufrida nariz. Era como estar al lado de un troll.

Por fin dejó de toser pero entonces empezó a hacerlo Juan. Otro vuelco de corazón. Y es que una tos de Juan puede terminar facilmente en una vomitona de esas para enmarcar.

Entonces me pregunté: ¿En qué estaría yo pensando para meterme en esto?

(Lo que pasó a la mañana siguiente con Darío y el jarabe mejor no lo cuento. Si acaso puedo decir que solo a un hijo se le perdona que te vomite encima repetidas veces a lo largo de 48 horas para olvidar).

jueves, 26 de marzo de 2009

Inaguantable


Si me pusiera ahora a hacer una lista de cosas que me resultan inaguantables, aburriría hasta al mismísimo lucero del alba (sea quien sea ese tipo). De vez en cuando, hay algo que me desquicia más de lo que ya vine desquiciado de fábrica. Hace un par de días, escuché a un general decir en un juicio que él firmó no sé qué informe sin saber lo que ponía porque estaba en turco (sic). Me da igual lo que diga la sentencia final, en mi opinión, a ese tío hay que despedirlo inmediatamente (su sueldo sale de nuestros impuestos) y dejarlo sin paro, ni pensión ni nada de nada. Es más, debería devolver todo lo que haya cobrado hasta ahora.


(Las frases acerca de la expresión "inteligencia militar" son un clásico. Yo encontré una en la novela Playback de Raymond Chandler: "Inteligencia militar es una expresión que contiene una falacia interna".)

miércoles, 25 de marzo de 2009

¡Boicot!


Esta tarde han llegado a mi trabajo dos niñas, E. y N. con un regalo que habían hecho ellas mismas. Unas "tortas marroquinas" han dicho que eran. Es curioso, porque las dos son españolas y cuando en el cole se hacen fiestas de esas en las que las madres llevan algo de comer se niegan a probar lo que han hecho las "marroquinas" porque dicen que está sucio.

Ya me había comido mi yogur desnatado de 47 Cal. y mi manzana pero no podía hacerles el feo. He empezado a comer con timidez y remordimiento pero, entonces, algo se he desatado en mi interior. Llevo meses controlando lo que como y de vez en cuando pierdo el norte. Al principio me han mirado con cara de satisfacción al ver cómo disfrutaba de su regalo pero poco a poco su expresión ha ido cambiando al espanto conforme engullía como un loco. Las "tortas marroquinas" estaban de muerte.

Me han dado la receta pero sería incapaz de reproducir aquí, ni en ningún sitio, las explicaciones de las chiquillas. Solo he conseguido entender que había que embadurnarse las manos de aceite, mucho aceite, continuamente y hacer unos movimientos espásticos y peligrosísimos con los dedos para que la masa quedara en su punto.

Lo peor de todo es que han quedado en traer más el lunes que viene. Les he implorado que no lo hicieran, que si las traen me las comeré y eso sería fatal para mi línea. Pero me hacen el mismo caso que mis hijos. Desastre de educador.

Servicio público: Atender una llamada de televenta



Las personas que llaman a nuestras casas para vendernos un seguro de vida, un préstamo ultrarrápido a un interés tan bueno que no hace falta saberlo o un ADSL infalible pueden molestar mucho pero están trabajando. Por eso hay que intentar responder con educación. Yo lo hacía, aunque alguno se ponía tan pesado que no me quedaba más remedio que acabar la conversación en mal tono.


Ahora les ha dado por llamar a la hora de la comida y de la cena. Como en la pantallita del teléfono sale lo de "número desconocido" he decidido dejar de complicarme. Descuelgo y cuelgo. Fin del asunto.


Hay un método mejor: el absurdo. Mercedes lo puso en práctica una vez poniendo a Darío al teléfono. La persona al otro lado lo intentaba una y otra vez pero no consiguió sacar de Darío más que un "am", que es su forma de decir hola. Quien fuera llamó cuatro o cinco veces hasta que optamos por no cogerlo.


No es mal método pero no siempre se tiene un niño de un año a mano. En ese caso hay que seguir la propuesta de Calvin & Hobbes. En una de sus tiras (ya sabéis que no las escaneo por miedo a que se me descomponga el librito) se ve el teléfono sonar. Calvin lo descuelga y, sin dar tiempo a que su interlocutor diga nada, le suelta: "Quiero una pizza con doble ración de salami", y cuelga. No hace falta decir lo mismo, basta con hacer un encargo de comida a domicilio. El teleoperador no sabrá qué ha pasado y, con suerte, desistirá de seguir llamando a nuestra casa para vender lo que sea que venda y que no queremos comprar.

martes, 24 de marzo de 2009

Darío el vengador


Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. O, en su versión hogareña: un gran poder conlleva usarlo con cuidado. Juan no atiende a esta máxima y corre arriba y abajo por la casa a velocidad match3. Se cree Bala de cañón pero, a diferencia del mutante, él no es invulnerable cuando corre como un loco.


Así que, el otro día, al golpearse en la frente contra el pico de la encimera de la cocina se puso a gritar y a llorar como un loco. En estos casos su grito es peor que el de Canario Negro. Darío y yo acudimos raudos como el viento a ver qué había pasado. Darío se quedó un par de segundos desconcertado, pero enseguida supo qué hacer. Primero consoló a su hermano con unos besos y luego impartió justicia propinándole varios golpes a la taimada encimera. Cada golpe lo acompañaba con un grito: Ah, ah. Bien podría haber gritado: ¡VENGADORES, REUNÍOS! Siguió así todo el día (y pa mí que se hacía daño con los puñetazos que le daba pero, bueno, él sabrá).




Su afán por hacer justicia e impartir el bien crece sin cesar. Ayer, la comida estaba muy caliente y se quemó. Conseguí hacerle creer que no fue un despiste mío sino una jugarreta de la comida, mala como ella sola. Para que comiera tuve que cantarle las cuarenta a la comida. Pero no una vez, ni dos, ni tres... sino antes de todas y cada una de las cucharadas que se comió desde ese momento.

Lo peor de todo es que Darío es un niño de costumbres y hoy he tenido que repetir el paripé. ¡Comida, mala! ¡Si vuelves a quemar a Darío te las verás conmigo! ¡Reza lo que sepas, malvado plato de puré, pues ha llegado tu hora!

(Me pregunto si seré tan friki como parezco de vez en cuando).

Dos noticias



Primera. Tengo una amiga (y lectora) que se acuerda de mí cada vez que oye hablar de amas de casa. Para ser exactos, se acuerda de mí cada vez que oye hablar de amas de casa británicas. Fue quien me descubrió los diseños de Anne Taintor, inc. que me tienen enganchadísimo. Hace unos días me envió una noticia que hablaba de una curiosa polémica surgida en el Reino Unido. Con motivo del día de la madre, que allí se celebra por estas fechas, unos grandes almacenes han sacado unos CDs con las mejores 101 canciones para hacer las tareas domésticas y decían que "era el mejor regalo para mamá". Algunas feministas han puesto el grito en el cielo.

Bien, antes de terciar en la polémica, habría que saber cuáles son las canciones seleccionadas. Porque, claro, no es lo mismo que hayan puesto buen soul o los grandes éxitos de Chenoa. He perdido algo de tiempo en internet y no he conseguido saber mucho sobre la selección, algo de Dolly Parton, Lily Allen, The Weather Girls... No sabría qué decir. Yo suelo ponerme música para hacer las tareas domésticas y, teniendo en cuenta que una de las canciones seleccionadas es el "I Want To Break Free" de Queen, uno de los lemas de este blog, diría que no me parece mal regalo. Si me lo hubieran hecho a mí en el día del padre, lo hubiera aceptado sin muchos remilgos.


101 Housework Songs  from Sainsbury’s



Segunda. La misma amiga y lectora también se acuerda de mí cada vez que oye hablar del barrio murciano de Los Rosales. Tal vez porque fue ella quien me llevó allí y pasamos unos cuantos años trabajando juntos. Al día siguiente de mandarme la noticia anterior, me envió otra en la que se relataba cómo dos chavales del barrio impidieron una agresión machista. ¡Bien por ellos! Da gusto que se hable de Los Rosales para contar cosas buenos, al contrario de lo que suele suceder. (la noticia entera aquí.)

lunes, 23 de marzo de 2009

La última palabra


Nuestros chiquillos me deben a mí el cromosama Y y a su madre el X. Es la ventaja de los niños, está claro qué le deben a cada cual. Lo de deber es una forma de hablar porque a estas alturas ni ella ni yo pensamos reclamarles cromosoma alguno.

No sabemos qué pasará con Darío (yo me lo estoy empezando a temer) pero Juan ha heredado de su madre el gen Yo-tengo-que-tener-la-última-palabra-a-toda-costa-aunque-eso-suponga-
eternizar-la-discusión. Este alelo es dominante y se impone, por tanto, al recesivo Me-voy-a-callar-para-que-tengamos-la-fiesta-en-paz-aunque-podría-
seguir-hablando-si-quisiera, que es el que iba en el cromosoma Y que le pasé yo.

Si lo anterior es el genotipo, lo que no se ve, el fenotipo, lo que sí se ve, está lleno de increíbles momentos. Como aquella vez en la que, no sé muy bien por qué, Juan me atizó una patata (con el talón del pie). Me puse hecho una fiera y le grité que qué era eso de darme una patada. No te he dado una patada, papá, me interrumpió,te he dado una coz.

¿Demasiados frentes?

He subido algunas cosillas a los artefactos literarios y a los cuentos pop. El cuento titulado "Decibelios" me hace mucha ilusión porque es lo primero que he escrito de ficción en los últimos meses (dando por hecho que este blog no es de ficción lo que, tal vez, sea dar mucho por hecho).

Ah, y la respuesta a la pregunta del título está clara. Ya me he vuelto a liar y se me echa el tiempo encima, me voy corriendo a hacer la comida.

domingo, 22 de marzo de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El hipopótamo





Como tantos otros, los hipopótamos han sufrido la tiranía de la cultura clásica. Su nombre viene del griego y significa caballo de agua. Pero ellos nada tienen que ver con los caballos. Durante años lucharon contra esta falacia y, al final, aburridos de que no se les hiciera caso, se retiraron definitivamente de la vida pública y se dedicaron a sestear en los ríos africanos.

Los parientes más próximos de los hipopótamos no son los caballos, hay que insistir en este extremo, sino los Suidos: jabalíes, cerdos y facóqueros. Existe una facción rebelde entre los hipopótamos que se niega a aceptar esto y proclama que ellos son primos de elefantes y rinocerontes. Quizás esto quede más vistoso pero tiene el inconveniente de no ser cierto. Muchas de las peleas entre hipopótamos grabadas por la National Geographic se deben a esta cuestión.

Antes de que se condenaran a sí mismos al ostracismo, algunos hipopótamos trabajaron como modelos. Uno de los más famosos, sino el que más, es el que apareció en el cuadro del pintor pop Mel Ramos y que encabeza este post.

Sobre este cuadro, cantaron Los Flechazos: "Siempre pensé que te podría encontrar/sirviendo copas en la barra de un bar/en un anuncio de Lovable o en Playboy/Busando taxi en una acera del Bronx/o seduciendo a tu primer profesor/o de enfermera para todo de un doctor./Lo que jamás yo pude imaginar/era encontrarte a lomos de ese animal..."

La canción habla, más o menos, de la posibilidad de enamorarse de la chica de un cuadro. Esto parece una locura, ¿verdad, hombreamadecasa? Perdón, es que estaba distraído, ¿qué me decías? Que parece una locura enamorarse de la chica de un cuadro, ¿verdad? ¿Qué es esto, un sketch de Enjuto Mojamuto? Bueno, no te pongas así, ya sigo yo sin tu ayuda.

Al hombre ama de casa no debe parecerle una locura enamorarse de la chica de un cuadro porque le ha pasado varias veces. La primera fue una chica dibujada en blanco y negro en mitad de un autodefinido, recortó el dibujo y lo llevó consigo durante años. Después fue un póster con Madelyne Pryor, dibujado probablemente por Carlos Pacheco. Pero el enamoramiento más intenso y duradero es el que el hombre ama de casa sintió y siente por un cuadro de Federico de Madrazo: La Condesa de Vilches. Ahí lo tiene, colocado en su estudio, muy cerca de su mesa, para poder mirarla cada dos por tres.

Claro que para locura su último enamoramiento de un dibujo... animado. ¡¿No irás a contar eso?! Vaya, veo que sigues por ahí, pensé que no querías hablar. Y no quiero pero no me parece bien que cuentes eso. ¿Qué más da? Pues mi imagen... ¿Tu imagen? Si tanto te preocupaba tu imagen, no haber hecho este blog o esa foto de superman de las pegatinas que estás poniendo por todas partes. ¿No te da vergüenza salir son una ese en el pecho en una foto que podría ver cualquiera y sí te da que sepan que te gusta Lois Griffin? ¡Hala, ya lo has contado y encima usando mi truco de decir que no vas a decirlo y decirlo a la vez! Ha sido sin darme cuente, de verdad. Este post es una verdadera tontería y está cogido con pinzas, tanto rollo del hipopótamo solo para dejarme en evidencia. Venga, hombreamadecasa, no te enfades. Sí me enfado, van a creer que soy un pervertido. ¿Y no lo eres? ¡Pues no, lo que pasa es que tengo mucha sensibilidad por el dibujo! Sí tú lo dices. Entonces, ¿lo del hipopótamo ha quedado muy forzado?


PD: El escritor mexicano Juan José Arreola dijo en su Bestiario unas cosas preciosas sobre el hipopótamo. Tales como que es un "buey neumático" o el "pisapapeles de la historia".


Próxima entrega: El león.

sábado, 21 de marzo de 2009

La vida de tantos (post AUTODESTRUIDO)

(Este post se autodestruyó el sábado 21 de marzo a las 10 horas y 13 minutos.)

jueves, 19 de marzo de 2009

Chasco


En mi época chunga de adolescentes (esa tan habitual en la que uno quiere morirse porque la vida es una mierda) tenía un calendario de mesa, en forma de uve, seis meses en una cara, seis en la otra y un termómetro tornasolado poco fiable en la parte de arriba. Con un boli bic negro tachaba con saña cada día que pasaba. Era una carrera sin meta hacia no sé sabe dónde. Creo que de aquella época me ha quedado la manía del preso de contar los días que faltan para algún hecho determinado.

El día de hoy lo tenía marcado en el almanaque y lo esperaba con ansia. No veía el momento en que Juan me regalara, por fin, un cenicero de barro. Había decidido, unilateralmente, que ya había llegado el momento. El año pasado hicieron en el cole un retrato-pinza muy gracioso pero nada como un cenicero de barro regalado en el día del padre por tu primogénito. Ya me imaginaba fumando mi tabaco de liar y dejando caer la ceniza entre los surcos de las palabras "te quiero, papá" escritas con esa caligrafía infantil tan tierna.

Bien, pues llegó el día y ¿sabéis que me ha regalado mi chiquillo? Unos momentos de suspense... Nada. No me ha regalado nada. ¿Os lo podéis imaginar? Ni cenicero, ni tarjetita, ni un portafotos de cartulina ni nada. Es que dicen en el colegio que hay muchas familias monoparentales (o lo que es lo mismo: solo con madre) y que no veían bien celebrar el día del padre. Lo más curioso es que en mi trabajo nos imponemos criterios parecidos. La situación sería incómoda: Venga, niños, a hacer el regalo de papá, Luisito tú no, quédate llorando en ese rincón porque no tienes papá. (Carlos Areces tiene un chiste buenísimo de esto en El Jueves, pero no lo encuentro). En fin, que me he quedado compuesto y sin cenicero.

Por lo demás, estoy celebrando el día del padre arriesgando mi vida para poner en el patio un toldo casero. Me dan un miedo total las escaleras de más de tres peldaños. Por no hablar de las kafkianas leyes que rigen el mundo de las poleas. Pero no había más remedio que ponerlo. El año pasado no tuvimos y en verano el patio alcanzó temperaturas superiores a los 50ºC, se nos desnaturalizaron algunas proteínas y lo pasamos fatal.

(Un toldo casero en el patio es de ese tipo de cosas que hacen que las visitas te acribillen con consejos no pedidos ni deseados. Que si está tocando con el aparato de aire acondicionado y se va a prender fuego, que si los alambres están poco tensos, que si la tela marrón aguanta más al sol que la verde...)

miércoles, 18 de marzo de 2009

Segunda postdata a "Manchegos, olor a azufre"


Perdonad que insista pero es que, realmente, la cosa se está saliendo de madre. Mercedes ha llegado a casa al medio día más soliviantada de lo habitual. Al parecer se había pasado toda la mañana entrando a foros de regantes (¿pero hay de eso?) y contestándoles con nombre falso. Mercedes es muy dada a dedicar tiempo y energía a cosas innecesarias. A plantar melones, gritaba mientras iba de un sitio a otro de la casa, ¿queréis tomates y no hay agua? pues patatas. No sé qué le está pasando. Nosotros éramos hasta hace poco ciudadanos del mundo y huíamos de nacionalismos, regionalismos, etcétera. Menos mal que yo me mantengo en mis trece de preferir el Martini al agua, si no, nuestro hogar caminaría hacia la balcanización.

Servicio público: Cortar cebolla



uno. Hay veces en las que se tienen muchas ganas de llorar y muy pocas de dar explicaciones. En ese caso, lo mejor es buscar cualquier excusa y ponerse a cortar cebolla.

dos. Pero si no se quiere llorar y no hay más remedio que cortar cebolla se puede optar por algunas de estas dos opciones: cortarla debajo del agua o hacerlo debajo de la campana extractora de humos, encendida, claro.

martes, 17 de marzo de 2009

Manchegos, olor a azufre


Había una vez una biblioteca a 4100 metros de altura. El bibliotecario se puso malo y me pidieron que lo sustituyera un par de días. Tardé en contestar que sí, sí, por favor, por favor. Exactamente 17 milisegundos.

A partir de determinada hora, acudía la muchachada a pedir libros de texto con los que resolver los deberes que les habían mandado para casa. Pero antes, todo estaba muy tranquilo y podía leer en plan mariposa: saltando de libro en libro. Cayó en mis manos uno de política con el que aprendí mucho. También descubrí un libro sobre sexología que prevenía acerca de los homosexuales. ¡Cuidado con ellos! No tienen cuernos ni rabo, su aspecto exterior es "normal". Precisamente eso es les hace más peligrosos porque se pueden infiltrar entre nosotros, contaminándonos con su presencia y sus malas influencias. Pensaréis que exagero pero que se me caiga el pulgar derecho si no es verdad lo que acabo de contar... Bueno, no sé si en el texto aparecía la palabra "rabo" pero la idea que quería trasmitir es la que acabo de exponer.
En esta biblioteca había un cartel contra el aborto que ridiculiza el que ahora han sacado los obispos españoles. Con deciros que en una de las viñetas se veía un bebé (no un feto) descuartizado dentro de la barriga de su madre. Porque no me quiero complicar que si no me liaba a hacer metáforas con los curas pederastas, los niños, los linces y la zoofilia y me quedaba en la gloria. De todas formas, como la intención es lo que cuenta, espero que de esta me excomulguen que creo que es más fácil que apostatar.

Y ahora, a lo que iba. A los manchegos les sucede lo mismo, no tienen cuernos ni piernas combadas como las de los machos cabríos bípedos. Aunque si uno olfatea con cuidado, desprenden un ligero olor a azufre, a lo Rondador Nocturno pero menos, que te pone alerta. Su aspecto aparentemente inofensivo no les quita de ser seres diabólicos. Tan malos son que toda la murcianía de bien irá el miércoles a una manifestación en su contra. La cuña de radio lo deja bien claro: "El Estatuto de Castilla La Mancha nos quiere quitar el agua de beber y de regar". Los millones de carteles pegados por la región son más directos si cabe: Nos quieres cerrar el trasvase. ¡No podremos beber ni regar! ¿Lo vamos a consentir? Si por los manchegos fuera, nuestros hijos agonizarían de sed en mitad de un campo cuarteado por la sequía. También por las manchegas, que la maldad no conoce de sexos.


La manifestación está convocada por los regantes murcianos. Esas personas entregadas al campo que no se han hecho ricos a base de pagar sueldos de miseria y hambre a miles de trabajadores inmigrantes. Esas personas con la piel quemada por el sol que nunca se quejan ni piden más y más subvenciones. Los nuevos héroes murcianos.

Con ellos convoca casi todo bicho viviente. El PP se frota las manos. El PSOE murciano anuncia a los cuatro vientos, con la voz andrógina de su Secretario General, que se movilizará como si de unas elecciones se tratara. IU, que ya no sabe qué más hacer para seguir perdiendo votos, también irá. Por supuesto los sindicatos no se quedan atrás. Y no sigo que me faltaría espacio.

¿Y todo esto por qué nos lo cuenta este? os estaréis preguntando. ¿Es que acaso no os acordáis de que Mercedes es manchega? Por eso mismo lo cuento. La semana pasada, estaba desayunando a toda prisa cuando en la radio pusieron la cuña anunciando la manifestación. Mercedes estaba en el baño y desde allí la oí gritar: ¡¡¡¡VIVA EL ESTATUTO DE CASTILLA LA MANCHA!!!! Me la están radicalizando y no sé a dónde vamos a ir a parar.
Postdata: Acabo de volver del Mercadona, para variar. Las cosas se complican. Todavía tengo erizado el pelo del lomo y no por ver a la que iba delante de mí en la cola elegir entre Brummel y Jaqs, que también. ¿Cómo le digo yo ahora a Mercedes que no he podido comprarle tortas de Alcázar porque las han dejado de vender? Va a ser un día difícil.

lunes, 16 de marzo de 2009

Bacon, Francis


Con Francis Bacon me pasa como con el picante, que sé que me sienta mal pero si hay tengo que comerlo. A pesar de las nefastas consecuencias que preveía, me empeñé en ir a la exposición del mismo en el Museo del Prado. Terrible.

Me gusta la pintura de Bacon por sí misma, quizás porque me recuerda a muchos dibujantes de tebeos que es donde yo he aprendido a apreciar este arte. Además me provoca una serie de sensaciones muy fuertes, de las que te atraen a la par que te desagradan. Un niño pequeño que estaba allí rompió a llorar como un loco. Yo hubiera hecho lo mismo. Por cierto, muy mal llevar a los niños a esa exposición, yo no llevaría a mis chiquillos de ninguna de las maneras. Fijo que tendrían pesadillas durante días.

Lo que me da miedo de Bacon es que me obliga a pensar, con un escalofrío, que la realidad no debe andar muy lejos de como él la pinta. Mirad si no sus retratos de los papas.


Había una foto gigante de su estudio y Mercedes como es así ella, me preguntó: ¿Este tío era un genio o un marrano? Me quedé un rato mirando la foto y no tuve más remedio que responder que las dos cosas. La verdad es que prefiero ese tipo de comentarios a los de los que van pasando cuadro a cuadro disertando como expertos sin necesidad alguna. Siento la misma repulsión que Woody Allen en Manhattan cuando Diane Keaton pronunciaba forzadamente el nombre de Van Gogh.

Cuando vi el cuadro titulado "Niño paralítico andando a gatas" decidí que había llegado el momento de abandonar la exposición. No he visto un cuadro más terrorífico en mi vida, ni más desagradable.

Después, tomando unos Martinis en un restaurante italiano estuvimos debatiendo sobre el artista torturado. Mi tesis era la siguiente. No dudo que la pose de amargado es muy atractiva para un artista pero estoy convencido de que la capacidad de sufrir es para todo el mundo la misma. Da igual el origen, la formación, la profesión, el dinero y etcétera. La única diferencia con algunos artistas es que (a) son más conscientes de ese sufrimiento y (b) saben plasmarlo en arte.

Consagración mod


¿Cómo imaginar que la noche del sábado acabaría como acabó?

En mitad de una agotadora y típica mañana de lunes, el fin de semana en Madrid parece ya un recuerdo muy lejano. Casi como de otra vida. He llevado a Juan al cole. He pensado deprisa y corriendo el menú para esta semana. He hecho una compra desastrosa en Mercadona (estaba muy distraído y ni siquiera he comprado todos los encargos que me había escrito Mercedes en una cuartilla medio rota). He colocado cada cosa de la compra en su sitio, con la inestimable ¿ayuda? de Darío. He ordenado la casa (¿para qué? ¿habrá tarea más efímera para un ser humano que convive con dos gremlins?). He barrido (media casa), he fregado (la entrada, el salón y nuestro dormitorio) y he limpiado el polvo (del salón). También he regado las flores. Y Madrid parece estar ya en otra galaxia.

Los planes para el sábado por la noche los hicimos sin mucho interés y quizás por eso fueron fallando uno tras otro. Había jurado no ver Watchmen (en solidaridad con Alan Moore que al parecer detesta el film) pero a la primera oportunidad que se me planteó de ir a verla quise apuntarme. Mercedes se negó. Ella quería ir a ver el monólogo ese que pone en duda la existencia de Espinete. Por suerte no quedaban entradas. Tampoco para la obra de teatro "Arte". No vimos ningún concierto que nos interesara especialmente. Sin saber qué hacer, me metí a internet y busqué en un blog mod algún garito al que ir. Y allí nos fuimos.

Acodados en la barra, tomando yo un gin tonic y Mercedes un güisqui con ginger ale (siempre ha tenido más clase que yo), vimos cómo entrevistaban a un tipo en mitad del bar. Mercedes es una preguntona y se acercó al periodista para ver qué pasaba. Estaban grabando un reportaje sobre la cultura mod y las redes sociales en internet. Al parecer estamos ante el advenimiento del enésimo revival mod. Mercedes le contó al periodista una historia medio inventada que le fascinó y se empeñó en que la contara delante de la cámara. No, no, se resistió Mercedes conquetamente. Pero, está claro, si ves a un periodista y a un cámara y no quieres que te entrevisten, debes hacer como en el cole cuando la maestra buscaba a quién preguntar: bajar la mirada y fingir que no estás allí. Al final nos entrevistaron. Yo lucí mis pantalones de pitillo granates y mi jersey cuello de cisne negro. Mis zapatillas blancas de loneta quedaron fuera de plano, una lástima. Estuvo bien porque éramos un claro ejemplo de lo que buscaban: por la mañana habíamos estado comprando discos en una tienda recomendada por un blog y estábamos en ese bar por la recomendación de otro blog. Máximos exponentes de cómo las redes sociales animan determinados movimientos.

Nos estuvimos riendo mucho con las declaraciones de Mercedes porque cuando se vio con la cámara delante se disparató y le soltó al tipo una chapa mortal. Voy a ir a decirlo que tengo hijos y que no me saque en el programa, dijo pero no hizo. Yo creo que voy a optar por desvincularme públicamente de las palabras de Mercedes porque enfrentó ser mod con dedicarte al "activismo social", cosa con la que no estoy nada de acuerdo. Uno puede querer vestir ropa cara y escuchar discos igualmente caros y ser furiosamente de izquierdas. Creo que sobran ejemplos. Y si alguien lo ve como una contradicción tampoco sería un problema, al fin y al cabo contradecirse es humano.

Mi padre trabajó de cámara de televisión un montón de años. La gente siempre hacía la gran pregunta: ¿y esto cuándo lo echan?. Yo también la hice, cómo no. Pero no insistáis. Ni muerto os digo cuándo emiten el programa. Que lo queréis saber todo.

Por cierto, y aunque no venga muy al caso, no sé en otros lugares pero aquí, en Murcia, la llegada de la primavera es inminente.


sábado, 14 de marzo de 2009

Sabios consejos

magnet


Pues aquí andamos, en Madrid, siguiendo al pie de la letra lo que dice la muchacha de ahí arriba. 

(Pensaréis que este post lo he subido en un minuto, ¿verdad? Pues no. Mi hermanica tiene un Mac y me las he visto y deseado para copiar la imagen. A punto he estado de desistir. Y ahora me voy, que me esperan las calles de la capital del reino, llenas de garitos mod en los que bailar hasta el amanecer.)

jueves, 12 de marzo de 2009

13


Lisa: David, oye, ¿cuántos años hemos vivido juntos?

David: Hoy hace 300 años menos 3 días que nos casamos.


La conversación anterior es del
capítulo 26 de "Las aventuras de David el Gnomo", el último (lo que pude llorar cuando se convierten en árboles). Sin llegar a tanto, Mercedes y yo haremos, el domingo, trece años de novios. En un ejercicio de eterna adolescencia, lo que conmemoramos es la fecha de nuestro primer morreo. Y para celebrarlo nos vamos a Madrid a perder los papeles, la compostura y lo que se tercie. Así que, lo más seguro es que el domingo falta a mi cita semanal con el Bestiario. Comprendedme, debo atender a la llamada del amor.


Juan pregunta. ¡Atrévete a responder!

Los Jordis: misterio resuelto

Después de varios días cerrando puertas y ventanas a cal y canto antes de irnos a dormir y mirando debajo de las camas por si algún Jordi estaba escondido esperando a que nos durmiéramos para saltarnos a la yugular, Juan se dignó a darnos una pista que seguir. Un amigo del cole hablaba mucho de los Jordis y parecía saber su secreto.

En cuanto tuve ocasión hablé con el padre. ¿Los Jordis? No me hables de los Jordis, madre mía, no está pesado mi chiquillo ni nada con los Jordis. Le insistí para que me contara algo más. Un primo del amigo de Juan le había enseñado un vídeo en Youtube que había dado pie, gracias a la increíble imaginación infantil, a la leyenda de los Jordis. El vídeo en cuestión es este:



Al final la cosa no era para tanto... ¿o sí?

Postdata para Laura: Parece que puedes seguir confiando en tus amigos, de momento.

miércoles, 11 de marzo de 2009

RAM

Mi portátil tiene siete u ocho años. Si un año en la vida de un perro equivalen a siete en la vida de un humano, un año de un cacharro informátivo serán algo así como un millón, por lo que mi ordenador debe pertenecer al pleistoceno, por lo menos.

Esta tarde, le he dicho al monitor del taller de vídeo de mi curro los problemas que me estaba dando un programa de diseño que estoy intentando aprender. Me ha preguntado la versión con la que trabajaba. La 5 creo que es, le he dicho. Pero si la 5 es con la que trabajaba mi abuelo, me ha respondido. Luego me ha explicado que él usa versiones portables de todos esos programas para no tener que instalarlas. Se ha ofrecido a pasarme la última del programa de diseño de marras (para que la probara en casa y luego la comprara, naturalmente). Se ha sacado el lápiz de memoria del bolsillo y cuando alargaba la mano para dármelo, le he dicho las megas de RAM que tiene mi portátil. Me ha mirado ofendidísimo, se ha vuelto a guardar el lápiz de memoria en el bolsillo y ha salido del despacho dando un portazo. Mi ordenador es una castaña, vale, pero tampoco hacía falta ponerse así.

Servicio público: frases comodín

Hay situaciones en las que, con las prisas y los agobios, no se atina a responder adecuadamente. Luego, te quedas pensando y te dices: Retruécanos, tenía que haber dicho esto o lo otro. Para evitarlo, hay que tener una serie de frases preparadas para soltarlas cuando mejor convenga. Ahí van algunas sugerencias por si os sirven de algo.

Hace algunas semanas, Mercedes llevó a nuestras criaturas a la pediatra. Como era sábado, no estaba ella y en su puesto había un médico tontuciaco (la propiedad intelectual de este insulto por los próximos cincuenta años la tiene Juan). El tipo le dijo a Mercedes, de muy malos modos, que dejara de masticar chicle porque la veía mover la mandíbula y se distraía. Le respondió bien pero luego nos quedamos dándole vueltas y podría haberle dicho alguna que otra cosa bien dicha. Para estos casos yo he ideado una frase que no he probado todavía pero que creo que podría venir bien. Sería algo así como: Me va a tener que disculpar pero es que tengo un problema de oído y cuando me hablan mal no me entero, seguro que si me lo repite con buenos modales le escucho bien.

El mundo del coche y el tráfico da mucho de sí. Ultimamente, la gente no usa los intermitentes y eso molesta mucho. Si se tiene posibilidad se puede decir lo siguiente: Yo de ti llevaba el coche al sitio donde te lo vendieron y les pedía que me lo cambiaran por otro con intermitentes que funcionaran.

Para esos momentos de comida en grupo en los que alguien prende un cigarrillo en tus narices, mi cuñado Juan tiene unas palabras brillantes: ¿Os importa que coma mientras fumáis? La pregunta introduce un punto de absurdo que desconcertará al fumador y le obligará, sin duda, a apagar el cigarrillo.

Sigo dándole vueltas a algo ingenioso que espetarle a la cara a quien se te cuela por todo el morro en la cola del pan o la carnicería, generalmente ancianitas sin vergüenza, pero no se me ocurre nada. Cuando consiga algo, os lo diré.

martes, 10 de marzo de 2009

Cuentos, zumos de naranjas y el cosmos



Estamos en plena celebración de la semana cultural en el cole de Juan, dedicada este año a la Astronomía. Entre que estoy en el AMPA (sin hache), que tengo una atracción fatal por el trabajo no remunerado y que no sé decir que no (tengo que repasar los apuntes de asertividad de la carrera) llevo un par de días liado a más no poder.

El lunes fui a hacer un cuentacuentos en infantil (3, 4 y 5 años). Como el tema era el cosmos, me inventé una historia galáctica. La forma del cuento era clásica: familia con tres hijos, uno decide conocer mundo, ayuda a una viejecita que resulta ser una hada que le da algo mágico a cambio, llega a un reino, se enamora de la princesa, pide su mano al rey que le impone una serie de pruebas que a de superar antes de poder casarse.

A mí los cuentos populares me gustan como son. El lobo se come a Caperucita y el cazador lo destripa para salvarla. No hace falta contarlo de otro manera. Aunque algunas veces la cosa se excede. Recuerdo un cuento griego en el que la madre, asustada de que el marido se enfade al volver y vea que no hay nada para cenar, mata a uno de los hijos y hace un potaje con él para chuparse los dedos. Menos mal que Juan tenía -3 meses cuando se lo conté y aunque el oído ya le funcionaba no pudo entender lo que le estaba diciendo.


En todo caso, ya va siendo hora de cambiar algunas cosas así que me permití introducir una serie de modificaciones: los hijos eran hijas, la que se va a conocer mundo no es la pequeña sino la de enmedio, la viejecita resulta ser una extraterrestre de vacaciones en la Tierra, la chica se enamora del príncipe, las pruebas son por los distintos planetas del Sistema Solar y al final el príncipe se revela contra su condición de hombre florero, le hace un corte de mangas al padre y a la monarquía (mensaje republicano subliminal) y se va con la chica, de nombre Valentina, a vivir la vida. También metí flores mágicas, manzanas de lava, el terrible Ordenador preguntón, robots tipo Wall-E, salamandras venusianas, animales quiméricos y un montón de cosas más.

Al acabar, las masas infantiles me aclamaron. Quisieron sacarme a hombros por la puerta del colegio pero no me fiaba mucho y les dije que mejor no, que ya me iba por mi propio pie. La verdad es que me lo pasé bomba.

El martes tocó almuerzo saludable. A las diez en punto, una legión de madres (y yo) nos plantamos en la puerta del colegio exprimidor en mano dispuestas a hacer litros de zumo de naranjas para nuestra prole. Tambien hicimos tostadas con aceite. El pan era de ese de Mercadona que ya viene cortado y que le echan un puñado de productos artificiales para que aguante tierno muchos días pero, bah, tampoco era cuestión de pararse en esos detalles. (Para ser justos, diré que fueron dos padres más.)

El viernes es el partido de fútbol entre padres y ex-alumnos. Menos mal que los viernes por la mañana trabajo y pude excusarme. Debe hacer como cuarenta o cincuenta años que no juego al fútbol.

lunes, 9 de marzo de 2009

Grandes éxitos (Bienvenida)

gfhdhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh





Este blog lleva ya casi un par de años funcionando y tiene algo más de 500 entradas. Lo habitual cuando llega alguien la primera vez es que se quede deslumbrado con mi prosa florida y el diseño ultrapop. Para que, una vez pasada la estupefacción inicial, pueda darse uno un paseo en condiciones por tantas altas cumbres de la literatura digital se me ha ocurrido montar este post greatest hits a modo de anfitrión para que dé la bienvenida a los recién llegados y les muestre lo mejor de lo mejor.



Si se asoman a su izquierda podrán observar las secciones habituales (más o menos) de este blog. Mi preferida, por si sirve de algo, es Bestiario de un ama de casa, me hace sentir como un escritor del siglo XII, toda una sensación.  La favorita del público es, sin lugar a dudas, Juan pregunta. También están las aventuras bizarras de Niño catódico y Niño sónico y los Posts autodestructivos, un ejercicio de literatura suicida y efímera. Igualmente pueden ver dos estupendos links a sendos blogs muy recomendables: Cuentos pop y Artefactos literarios.



Y ahora un resumen de los posts más exitosos:



1. Historia de un frenillo. Un yate de lujo, una vomitona de conguitos y un frenillo cortado a traición. Así, todo a la vez y de golpe.



2. Un post sin título en el que se advierte de los peligros de la lectura. ¡Atención a vuestros sesos, no se os vayan a licuar! Este es un asunto recurrente, como se puede comprobar aquí.



3. La época de las pelusas. Efectivamente, las pelusas no son esos seres inofensivos y hogareños por los que se hacen pasar. Todos sus terribles secretos al descubierto.



4. Matemáticas pasmosas. Una entrañable escena familiar.



5. El acabose. Nadie nunca pudo imaginar que una apacible noche jugando a los clicks pudieran acabar de aquella manera. Hay muchísimo más de los clicks en la sección de Vacaciones pop (un alarde de fotografías sínceras, sin Photoshop ni nada que se le parezca, vlaga la rima).



6. La maldición Levi´s. El relato de un suceso catastrófico. Menos mal que luego actuó La casa azul y todas las penas se conviertieron en felicidad pop.



7. Ayer me comí a Bambi para cenar. Lo hice, sí, para qué negarlo.


8. Ayna versus New Jersey. ¿Quién puede más, "Los Soprano" o el absurdo de "Amanece que no es poco"?

9. El cumpleaños de cuento de Darío. Darío cumplió dos años y vino todo el mundo a celebrarlo. Bueno, todo el mundo no, faltó Winnie The Pooh (o como se escriba).


Espero que os guste y que volváis. Tened en cuenta que mis planes para dominar el mundo pasan por tener primero el blog con más visitas de toda la red.


Los Jordis. Un post de terror.



Estábamos Mercedes y yo mirando unos arañazos en la cara con los que Darío había amanecido y preguntándonos cómo se los habría hecho cuando Juan dijo: Han sido los Jordis. Mercedes y yo nos miramos asombrados. ¿Los Jordis? preguntó ella. Sí, los Jordis, han saltado por el patio y arañaron a Darío y a mí me quisieron clavar un cuchillo en to la boca (no hay forma de quitarle a este chiquillo el acento murciano). Eso no puede ser, Juan, insistió ella mientras yo intentaba disimular los temblores que empezaban a sacudir mi cuerpo. Que sí, mamá, que los Jordis son muy malos, siempre quieren matar a las personas. Siguió dando datos. Al parecer no todos pueden verlos. Juan sí porque sus ojos se alargan y pueden ver más allá y cosas que nadie más puede ver. Sus ojos también se pueden convertir en manos, elefantes enanos y arañas carnívoras, pero quizás esto sea tema de otro post. A los Jordis les encanta la sangre. Tienen el corazón de hierro y si se lo tocas cuando han muerto, reviven. Son gigantes pero un poco pequeños y lo que hay que hacer es acercarse a ellos y tirarles un cuchillo o un tenedor. Esto último me tranquilizo habida cuenta de que mi hábitat natural es la cocina donde tengo muy a mano tanto cuchillos como tenedores. Juan siguió describiendo a esas terroríficas criaturas de pesadilla con todo lujo de detalles, algunos de ellos realmente innecesarios.
Al final no tuvimos más remedio que preguntarnos si los Jordis eran el producto de la mente libre y calenturienta de un niño de cuatro años o monstruos reales contra los que tomar medidas. Un escalofrío nos recorrío el cuerpo al imaginarnos hordas de Jordis acechando en las sombras, listo para saltarnos a la yugular al más mínimo descuido.




domingo, 8 de marzo de 2009

Bestiario del hombre ama de casa: El mono


En el siglo XIII, el cirujano, clérigo y trovador Richard de Fournival escribió el imprescindible "Bestiario de amor". En la entreda dedicada al mono escribió lo siguiente:

Porque la naturaleza del mono es tal que quiere imitar cuanto ve hacer, y los avisados cazadores que quieren capturarlo con astucias buscan un lugar donde el mono pueda verles. Y entonces se calzan y descalzan frente a él; luego se alejan de allí, dejando unos zapatos a la medida del mono, y se esconden. Cuando llega el mono, quiere imitar lo que ha visto, coge los zapatos y se calza, para su mala ventura. Antes de que pueda quitárselos, el cazador salta sobre él, y el mono calzado no puede huir, ni trepar a los árboles, y es capturado.

El mono calzado forma parte de la filosofía que el hombre ama de casa formula en silencio y con timidez. Considera que la mayoría somos monos calzados atrapados en los zapatos que la sociedad, ese ente maligno, nos ha dejado ahí bien preparaditos y a modo de trampa. Desde que nacemos nos van diciendo qué hacer, con quién estar, cómo comportarnos, lo bueno y lo malo, a qué aspirar... Nuestra vida es la misma vida de todos, aborregados, caminando en masa siguiendo la misma línea recta. El hombre ama de casa, que en este caso se le podría aplicar aquello de consejos doy para mí no tengo, considera que ha llegado el momento de descalzarse y salir huyendo de la senda que nos han trazado en busca de un camino original y personal. Ser libres. O como decían en La bola de cristal: Hay que desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas.
Próxima entrega: El hipopótamo

sábado, 7 de marzo de 2009

Un sueño


La casualidad quiso que el número de mi móvil fuera el mismo que el del mánager de Manos de topo. Así que, cuando su salida empezó a retrasarse, mi teléfono sonó insistentemente. Eran fans cabreadas. Yo les explicaba que me encantaban Manos de topo tanto o más que a ellas pero que no tenía nada que ver con el retraso, que estaba en Murcia a cientos de kilómetros y que no era más que un hombre anónimo. Nadie me creía y no dejaban de exigirme que saliéramos a escena. La siguiente llamada hizo que en la pantalla del teléfono apareciera este nombre: Joe Crepúsculo. Joder, pensé, pedazo teléfono tengo que identifica las llamadas hasta de la gente que no está en mi agenda. Joe sonaba entusiamado. Fenomenal tu novela, me ha encantado. Le escuchaba algo entrecortado y pensé que esa era la razón por la que hablaba de novela en vez de libro de cuentos. Había olvidado escribir un cuento inspirado en alguna canción suya pero parecía no importarle. Tienes que venir, dijo antes de colgar sin esperar mi respuesta. El lugar al que tenía que ir era a unas jornadas sobre literatura que él mismo organizaba en Barcelona. Me encanta Barcelona, al menos eso creo, pero estábamos a viernes y no sabía cómo haría para llegar allí antes de las cinco de la tarde del día siguiente. Empecé a alterarme. Consulté los horarios de Renfe en Internet mientras me decía a mi mismo que la venta de billetes on line era una mierda porque no se podía elegir el número del asiento (a mí siempre me dan en el sentido contrario de la marcha) y tenían la desfachatez de cobrarte un euro y pico por gastos de gestión. Pero qué gastos de gestión ni qué ocho cuartos, si los billetes los he impreso yo con mi papel y mi tinta. Entonces me acordé y salí escopetado. Con las prisas por ver cómo llegar a Barcelona había olvidado que tenía que salir a actuar con el resto de la banda a presentar nuestra nuevo disco. Las fans me iban a matar.

viernes, 6 de marzo de 2009

Bravo por Luis Leante (o Dos tebeos de Alan Moore y un escritor murciano)



El escritor Luis Leante, ganador del X premio Alfaguara del año pasado, es profesor de Latín que es algo más romántico si cabe que cultivar perejil, que dirían Faemino y Cansado. No he leído nada suyo así que no tengo una opinión pero hoy he sentido mucha simpatía por él. Resulta que fue detenido por la policía nacional y pasó una noche en comisaría acusado de haber hecho desaparecer tres cámaras de seguridad que estaban ¡en su instituto de secundaria! como si de un centro educativo de "V de Vendetta" se tratara.

Hay que presumir que es inocente pero en el hipotético caso de que lo hubiera hecho, le mostraría apoyo, solidaridad y admiración. A tomar por saco los intrumentos que nos vigilan. ¿Qué es eso de grabar en video lo que sucede en los pasillos de un instituto? ¿Vivimos sin saberlo en un tebeo ambientado en un futuro tenebroso y fascista? ¿Quién vigila a los vigilantes?

Juan pregunta. ¡Atrévete a responder!


(*) Cieza es un pueblo a unos 50 km de Murcia.

jueves, 5 de marzo de 2009

Mi gran noche (y II)


Anoche se celebró la tertulia sobre mi ensayo "Amor: agitar antes de usar" (el título original era "El amor agitado" pero la editora prefirió el otro porque resultaba más comercial).

Para que Mercedes pudiera asistir, su hermano se quedó con los chiquillos. Por lo que luego nos contó, Darío se pasó todo el rato llorando como loco y Juan haciendo de las suyas. Como dice Mercedes, hemos quemado un cartucho y ya no podremos contar con mi cuñado hasta dentro de varios lustros.

Mi cara desbarbada y la ausencia de esos kilos de más acapararon los primeros halagos. Como tengo un carácter complicado me tomo ciertos piropos por el lado oscuro. ¿Qué quiere decir eso de que estoy más guapo sin barba? ¿Insinúas que estaba feo con ella? Incomprensiblemente, mis ropajes mod no merecieron ningún comentario. Y eso que me puse mi corbatín Merc negro con calaveras.

El ambiente familiar de la tertulia tuvo su gracia. Estaban mi madre, mi tía, mi hermana Laura, antiguas vecinas y gente que conoce a mi familia "desde antes de que yo naciera". Antes de empezar mi madre empezó a sacar frutos secos, bombones del Día (Mensaje para mi madre: Mamá, la próxima vez compra bombones belgas o, al menos de la Caja Roja, que lo del Día es muy cutre), refrescos y licores de varios tipos. Aquello me desconcertó y me hizo temer lo peor. Por un momento me imaginé que nos amorrábamos todos a los licores y que acabábamos borrachos como piojos filosofando sobre el desamor. Por suerte, o desgracia, no sucedió. Mi tía se había empeñado en enmarcar una foto mía de pequeño y ponerla presidiendo la mesa. A dios gracias no encontró a tiempo ninguna foto. También quiso preparar una presentación en Power Point de su sobrino favorito como las que se hacen en las bodas. De nuevo gracias a dios, alá o el que sea, no lo hizo.

Una de las cosas que más llamó la atención del ensayo fue mi decisión de emplear el género de forma indistinta, dirigiéndome a veces "al lector" y a veces "a la lectora". Estoy convencido de que el lenguaje refleja la realidad y que si se quiere cambiar la misma hay que modificar también el lenguaje. Guste más o menos, el masculino plural invisibiliza a la mujer. Como no quería liarme con arrobas o con o barra a, opté por usar el masculino o el femenino según me viniera en gana. Esto creo que llegó a generar ciertas dudas sobre mi masculinidad que no ayudé a aclarar cuando, en medio de la tertulia grité: "La condesa era yo" (en un capítulo salen varios personajes hablando sobre el amor y al final la Condesa de Champagne sentencia sobre el mismo y una de las participantes quiso saber si ese párrafo era mío o era una cita).

Fueron casi dos horas que pasaron volando. Acostumbrado a todo tipo de trabajos sin reconocimiento (ya sea como ama de casa o como educador social) da mucho gusto convertirse por un momento en el centro de atención y que te regalen los oídos con alabanzas de todo tipo. Tengo advertido a todo el mundo que estén preparados por si alguna vez alcanzo el éxito porque sí me cambiará. Cuando sea un escritor rico y famoso pienso volverme egocéntrico, egoísta, caprichoso, tirano y soberbio. Vaya que sí.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Servicio público: Cómo hacer que las cintas viejas suenen bien




Si, como yo, escucháis cintas de casete en el coche es más que probable que se cumplan estas dos cosas: tenéis un coche viejo, tenéis un radiocasete igualmente viejo. La combinación de ambos elementos suele provocar que, de vez en cuando, la música se escuche mal, lenta y grave como si los músicos se hubieran deprimido. No pasa nada. Hay que proceder de la siguiente forma: sin perder la vista de la carretera se saca la cinta, se le dan dos golpecitos en el salpicadero (debe sonar: tac, tac) y se pone de nuevo en el radiocasete. Volverá a sonar bien, de momento.

Diría que mi ánimo suena igual que la música en el destartalado reproductor de cintas de mi Astra. Todo suena bien hasta que, de repente y sin causa aparente, el sonido se apaga y empieza a sonar como un fantasma agonizando. Luego vuelve a sonar bien. Luego vuelve a agonizar el fantasma. Y etcétera.


Frases célebres de madre (post AUTODESTRUIDO)


martes, 3 de marzo de 2009

Mi gran noche (I)


Suelo echar pestes y más pestes de Espinardo, mi pueblo, por llamarlo de alguna manera. Pero no todo es malo. Hay una asociación cultural que se llama Recreative que organiza una tertulia literaria una vez al mes. Entre todos deciden qué libros se van a leer y luego se juntan y lo comentan. El libro se lo leen de verdad (cosa que por indispensable que parezca no siempre ocurre) y los comentarios que hacen surgen después de pensar con interés en lo que han leído. Además, tienen un buen gusto inigualable a la hora de elegir las obras a leer. Hace algunos años ya leyeron mi novela y ahora le ha tocado el turno al ensayo sobre el amor romántico.

Me alegró mucho cuando me lo dijeron porque el ensayo, que me ha dado alguna que otra alegría, ha sido causa de muchos disgustos y lo de la tertulia me reconcilia un poco con él. Es mañana por la noche y estoy algo nervioso. Ya he elegido la ropa que me pondré y debería releerlo porque no me acuerdo de mucho. Ya os contaré cómo resulta.

Una pregunta tonta

Estoy venga a darle vueltas a una cuestión que no puedo quitarme de la cabeza: ¿Cuánto tiempo emplearían los expertos en propaganda y consignas del PSE-PSOE en pergeñar los lemas que la multitud enfervorecida no dejaba de corear la noche del domingo electoral? Ari, ari, ari; Patxi Lehendakari. Los pelos como escarpias. Ista, ista, ista; Euskadi socialista. Originalidad pasmosa. Un gallifante para esta gente, se lo han ganado.

lunes, 2 de marzo de 2009

Catorce años después (vuelvo a verme la cara)




Al igual que Son Goku alcanzó el nivel de Supersaiyano luchando en el planeta Namek contra el tirano Freezar , yo, luchando en mi cuarto de baño contra la fuerza de la inercia (una de las más poderosas), me transformé definitivamente en mod: me he afeitado.

Han sido catorce años con barba. Me la dejé por muchas razones. Ocultaba mi cara infantil y conseguía parecer algo más mayor. Me parecía a mi padre, Julio Cortázar y el Ché Guevara (estos dos últimos con una barba rala como la mía). Daba una imagen de progre de izquierdas. Y alguna que otra razón más bien oculta y que en su debido momento será cuestión de psicoanálisis. Pero hasta aquí hemos llegado. Si quería ser mod debía poner punto y final a esta contradicción y afeitarme de una vez.

Muchas cosas han cambiado en el mundo del afeitado en todo este tiempo. Recuerdo que el no va más eran las maquinillas de doble hoja. Ahora las hay hasta con cinco. Pasé un buen rato delante del expositor de afeitadoras del Mercadona sin decidirme por cuál comprar. Al final me decidí por unas desechables de cuatro hojas con aloe vera y no sé qué más. También me compré un after shave Deliplus para pieles delicadas. Es que los Montalbanes tenemos un cutis muy terso a la par que muy sensible, herencia de mi abuela (que según las malas lenguas hizo un pacto con el mismísimo diablo para que no le saliera una sola arruga en toda la vida).

Congregué a toda mi familia en el baño para que asistieran al gran momento. Lo hice más que nada para que los dos pequeños vieran lo que hacía y no me repudiaran al verme cambiado de golpe. Hostias, qué miedo, dijo Juan. No sé si voy a poder volver a mirarte, dijo Mercedes. Vivo rodeada de gente exagerada, suspiré. Menos mal que Darío se mostró calmado y se limitó a decir: Papá no está.

El fin de semana nos fuimos a Albacete y yo me preparé para las risas y bromas de mi suegra. Pero al llegar, ella no dijo nada y Mercedes tuvo que preguntarle si no me me notaba nada. Ella respondió que no y cuando su hija le contó que me había afeitado preguntó si es que yo llevaba barba. Vaya, para eso no estaba preparado. Es cierto que no la tenía muy tupida pero de ahí a que fuera invisible hay mucha diferencia.

Catorne años después vuelvo a verme la cara entera. Y lo mejor de todo es que me gusta.